¿Quién me iba a decir a mí que íbamos a tomar una crema fría?, no nos hacía nada de gracia porque en Asturias, para entonar el cuerpo, siempre recurríamos a cremas calentinas con taquitos de jamón o curruscos de pan, pero ahora... cualquiera se mete eso al cuerpo antes de irse a la cama, jajaja, 30º en casa a las 3 de la mañana... como para no tomar cremas fresquinas :P
Ingredientes
- 1 cucharada de mantequilla
- 300 g de puerro (parte blanca)
- 100 g de cebolla
- 1 patata mediana
- 400 g de agua
- 400 g de leche
- 100 g de nata
- Sal y pimienta
Elaboración
- Poner a calentar la mantequilla y cuando esté derretida echar el puerro a rodajas y la cebolla en dados.
- Cuando esté pochado añadir la patata a dados y dejar que tome color.
- Echamos el agua y la leche, un poco de sal y dejamos cocer hasta que todo esté tierno, unos 25 minutos, a fuego bajo, hay que vigilar por si la leche sube.
- Separamos un poco del caldo de la cocción y se trituran las verduras, se va agregando el líquido poco a poco hasta obtener el espesor deseado, yo siempre lo uso todo y se rectifica de sal.
- Ahora hay dos opciones,
- Siempre lo tomábamos caliente, le añadíamos la nata y la pimienta, lo calentábamos y a comer.
- Estos días con el calor sofocante de Madrid lo tomamos frío, no le añadimos nata pero le espolvoreo algo de orégano por encima, lo dejamos en la nevera hasta la hora de servirlo.